900 - 800 AEC

Ajab
La Piedra Moabita con el nombre de Di-s (Y-H-V-H), el Asalto Asirio a Israel, el Sello de Jezabel, el Obelisco Negro que menciona al Rey Jehú, y más.
En el periodo desde 900 a 800 AEC, el rey Mesa de Moab, así como los reyes de Asiria, comenzaron a hacer la guerra contra Israel.
En este momento es cuando sucede la narración bíblica ampliamente conocida del rey Ajab y su infame e idólatra esposa Jezabel. Ajab heredó un reino estable, políticamente hablando de su padre Omri en 871 AEC.
De todas maneras, al igual que su padre, no conservó las normas espirituales del pueblo. La idolatría y la maldad de la casa real acarrearon a todo el reino a la depravación espiritual.
Ajab calló completamente bajo la malvada influencia de su reina Jezabel, la odiada princesa, hija de Ethbaal, rey de Sidón en el Líbano.
Jezabel era una idolatra fanática de Baal y se esforzó arduamente para difundir la veneración a este ídolo a través de Israel. Al mismo tiempo, persiguió a los verdaderos profetas hebreos de manera tan violenta que la mayoría se ocultó temiendo por sus vidas. La adoración de los becerros en Betel y Dan también continuó con celo incesante.
Muchas ciudades nuevas se levantaron durante el reino de Ajab. Entre ellas Jezreel, que se convirtió en una de las residencias reales favoritas. En completa desobediencia de la prohibición impuesta por Josué, Ahav también reconstruyó Jericó.