El general romano Pompeyo el Grande captura Jerusalén

Cuando Pompeyo llegó con sus guarniciones a Jerusalén, los judíos resistieron. Logró tomar la parte alta de la ciudad, pero tardó tres meses en alcanzar y tomar el recinto del Templo.

Josefo, Antigüedades, 14.4.4

Porque Pompeyo entró en él (el Templo)... y vio todo lo que estaba prohibido que otros hombres vieran, salvo por los Sumos Sacerdotes. Había en ese templo la mesa de oro (es decir, la mesa de los panes de la proposición); el candelabro sagrado; y las vasijas de vertido; y una gran cantidad de especias aromáticas (el incienso): y además de estos, había entre los tesoros, dos mil talentos de dinero sagrado. Sin embargo, Pompeyo no tocó nada de todo esto; a causa de su respeto a la religión; y en este punto también obró de una manera digna de su virtud. Al día siguiente dio orden a los que tenían a su cargo el Templo de que lo purificaran y trajeran las ofrendas que la ley requería a Dios y restableció el Sumo Sacerdocio a Hircano.

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