Antípatro el Idumeo se convierte en procurador romano de Judea

Josefo, Antigüedades 14.1.3

«Había un amigo de Hircano, un idumeo, llamado Antípatro; que era muy rico, y en su naturaleza un hombre activo y sedicioso: que estaba enemistado con Aristóbulo...»

‍Antípatro el idumeo, cuyo padre se había convertido a la fuerza al judaísmo en tiempos de Juan Hircano, fue gobernador de Idumea bajo el rey Alejandro Janneo y la reina Salomé de Alejandría. Después de su muerte, se convirtió en el principal consejero de su hijo Hircano, incitándolo contra su hermano Aristóbulo, debido a su propia ambición de poder político. Hircano era una figura débil que no podía administrar los asuntos de Judea ni recaudar sus impuestos, lo que permitía a Antípatro involucrándose en los salones del poder.

Cuando Pompeyo instituyó a Hircano como Sumo Sacerdote en el año 63 AEC, Hircano no era más que un títere de Antípatro. Antípatro llevó a los judíos a rescatar a Julio César en Egipto en el año 47 AEC. Esta muestra de lealtad persuadió a César a nombrar a Antípatro el primer procurador romano de Judea.  Antípatro nombró a su hijo Fasael gobernador de Jerusalén y a su hijo Herodes gobernador de Galilea. Aquí se muestra la antigua ciudad de Maresha, cerca de Beit Shemesh, que fue una de las principales ciudades de los idumeos y consta de miles de cuevas hechas por el hombre, en su mayoría excavadas en la piedra caliza blanda que predomina en la zona.

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